miércoles, 19 de diciembre de 2018

LECCIONES DE FEMINISMO


Laura Luelmo in memoriam

La prisión permanente renovable no impediría la repetición de sucesos tan trágicos y tan absurdos como la muerte de Laura. Casi al mismo tiempo se ha producido el degollamiento de dos deportistas nórdicas en el Gran Atlas; pero también la muerte por deshidratación de una niña en Texas, en la frontera del país al que acudía en busca de una vida mejor. Y no hace muchos días, otra mujer, otra persona con derechos humanos reconocidos en todas las Cartas de derechos vigentes, optó por saltar al vacío cuando llamaban a su puerta los agentes judiciales que venían a desahuciarla.

“Lecciones de feminismo: ni una”, ha gritado en el Congreso una señora que entiende, al parecer, que la culpa de la muerte de Laura la comparten las feministas, por aspirar a lo que no se puede ni se debe, y los partidos que se han negado a adoptar agravamientos poco justificados de las penas previstas en las leyes que regulan el castigo a otros tipos genéricos de conductas antisociales.

La señora que ha gritado en el Congreso sabe muy bien, de otro lado, la dificultad grave para que en determinados estrados judiciales se admita la existencia de violencia en una relación sexual, cuando la negativa de la víctima no ha sido patente, prolongada e indudable. Parece en algunos casos que solo el precio de la vida sitúa a la víctima de una agresión de género por encima de la sospecha de haber colaborado en su desgracia. Laura pagó ese precio. No hubo violación, ha confesado su asesino, y la cosa fue a peor.

Señora portavoz en el Congreso: yo diría que usted, y nosotros todos los varones, y este mundo desestructurado y abiertamente peligroso para las desigualdades de género, sí necesitamos lecciones de feminismo. Más de una. Bastantes más.

Comuns. E la nave va…
Rizando el rizo del absurdo, el Parlament de Cataluña ha desautorizado la Constitución del 78 por antidemocrática y antisocial. La moción procedía de la CUP. Todo el mundo sabe de qué pie cojea la CUP; ninguna Constitución del mundo mundial es lo bastante democrática y social para su manera particular de entender la democracia y la sociedad.

Pero también han votado a favor de esa moción los grupos de JxSí, ERC y Catalunya en Comú. En unos ha predominado sin duda la exaltación de la travesía hacia una República que no acaba de concretarse en el horizonte; en otros, tal vez, las ganas de hacer algo por fin en una institución que va consumiendo los fondos del erario sin pena ni gloria, con un trantrán limitado a las previas y a las votaciones de procedimiento, sin ninguna legislación digna de ese nombre que llevarse a la boca.

El hecho de que el grupo parlamentario de Cat Comú haya votado también a favor de semejante brindis al sol indica lo confusas que están las cosas en el barullo organizativo intrínseco a dicha plataforma. Al parecer el problema no afectaba únicamente a Albano Dante Fachín ni a Elisenda Alamany. Mientras se encamina hacia el desguace definitivo la nave que en tiempos fue una opción digna y bien respaldada de futuro para Cataluña, su actual tripulación ha utilizado mi voto y mi representación para entonar este patético “Addio del passato”.

No volverá a ocurrir; nuestros caminos se separan. Suscribo al cien por cien lo que dice José Luis López Bulla en relación con los desafueros de semejante muchachada. Pueden leerlo en http://lopezbulla.blogspot.com/2018/12/comunes-hasta-aqui-hemos-llegado.html