viernes, 25 de septiembre de 2020

FRUFRÚ DE TOGAS

 


Carlos Lesmes Serrano (foto, El País)

 

C’est immorale et c’est comme ça.

Georges BRASSENS, ‘La mauvaise herbe’

 

No hay ruido de sables, pero sí frufrú de togas. Carlos Lesmes ha aireado que Felipe Sexto le llamó por teléfono para contarle cuánto lamentaba no poder estar presente en la ceremonia de apertura del curso judicial en Barcelona.

Se trata de una indiscreción, algo poco esperable de la discreción corporativa obligatoria para el baranda mayor del estamento. Cabe deducir, primero, que se trata de una indiscreción consentida por la fuente; segundo, que la indiscreción ha sido calculada.

Los teloneros se están retirando de la escena. Quim Torra e Isabel Ayuso han concluido su número musical y deben desaparecer por el foro, de acuerdo con el guión de esta comedia de las equivocaciones. Ellos se resisten, les gustaría representar un papel más largo y sustancioso, pero no hay más cera que la que arde.

Tres cuartos de lo mismo le ocurre a Santiago Abascal, que arrancó con mucho ímpetu una moción de censura en diferido al gobierno, anunciada antes del verano, y ahora descubre que se le ha calado el motor. Nada, que no hay manera de ponerlo en marcha. Se le ha quedado cara de tonto, pero nadie lo ha notado; es la misma que tenía de antes.

Pero la moción de censura sigue adelante por otros medios. Pasan atrás los batidores escaqueados en guerrilla, y entra en acción la artillería judicial. Cuando el gobierno está intentando apaciguar  los ánimos, los estamentos se aplican a encresparlos.

Anoten la carga policial en Vallekas como elemento significativo. No fue Marlaska quien dio esa orden: Marlaska la sufrió en su carne. Quien dio en realidad la orden queda en el anonimato, y las voces de ‘dimisión’ se dirigen en cambio contra el ministro. Contra el gobierno que intenta una política de apaciguamiento. ¿Se plantea un indulto a los políticos catalanes? Toma castaña en Vallekas.

Anoten el asunto del fiscal Cabezas y la señora Consuelo Madrigal. La receta magistral, una vez más, son los enjuiciamientos contra el apaciguamiento. Mucho ruido mediático. Frufrú de togas.

Anoten la actividad desusada del otro Felipe, no Sexto, sino González. Se esmera en rajar del gobierno presidido por un hombre de su teórico partido. No espera al final de la función para hacer la crítica: hace la crítica ya, para acabar de una vez con la función. Caiga quien caiga, de preferencia Sánchez y el Coleta.

Y ahora, con el perfume característico del güisqui bourbon de nueva añada, nos llega el dúo satírico improvisado por Sexto y Lesmes.

No hay un hilo conductor en esta insurrección fáctica manipulada con guante de seda, solo la defensa de los privilegios adquiridos y de los intereses creados. En el crepúsculo de un sistema, lo viejo se resiste a morir, y en la penumbra crecen los monstruos.