miércoles, 12 de mayo de 2021

QUAND ON EST CON



Vuelve Antonio Coño, perdón Caño, a proponer, en una especie de editorial de amagatotis en El País, una gran coalición entre el PSOE y el Partido Popular, o en su defecto la convocatoria de elecciones anticipadas. El motivo, según Antonio Coño perdón Caño, sería el tremendo deterioro del Gobierno actual. No le parece, en cambio, que haya deterioro ni merma de enjundia en las recientes aventuras del PP por el extrarradio no ya de la Constitución sino asimismo del Código Penal. Lo que viene a demostrar que el señor Caño perdón Coño circula aceleradamente por donde circula, y presta su poco autorizada voz a la difusión sin matices de los intereses globales de quien le tiene en nómina. Nada nuevo: “donde tu billetero, allí está tu corazón”.

El País incluye asimismo “otro” editorial, que sí figura como tal ─es decir, sin firma─ en su sección de opinión, en el cual reclama de un PP “desfasado” debido a su “inusual” (admiren lo alambicado de los calificativos) política medioambiental y fiscal “en Madrid” (como si solo fuera allí donde la proponen), una corrección en sus objetivos. La cariñosa admonición obedece tal vez a una nota de la OCDE en la que se califica a Madrid de “paraíso fiscal interior” y se reclama una armonización fiscal de las autonomías. En cuanto a lo del medio ambiente, está en un horizonte mundial 2030, del que la derecha española negacionista ni siquiera ha tomado nota salvo en lo que se refiere a proponer subvenciones para la caza y los toros.

El doble editorial de El País sería entonces un ejemplo de libro de la táctica del palo y la zanahoria: tú corriges tus modales tempestuosos y un tanto cerriles, y yo te llevo en cambio en palmitas hasta el gobierno de la nación. Curioso cómo el señor Cebrián y el consejo de administración de PRISA creen seguir teniendo aún las llaves de san pedro, con las que se hace y se deshace en la tierra según los designios del cielo. Las novedades de una situación en la que el statu quo anterior ya no es válido, ni aconsejable, ni siquiera sostenible, han dejado a los señores de PRISA en paños menores, y dando el espectáculo público de una prisa (perdón por el jueguecito barato de palabras) desmedida e indisimulada por recuperar las posiciones perdidas.

La vicepresidenta tercera del gobierno de coalición progresista, Yolanda Díaz, se ha lanzado a recuperar las bases de una unidad de objetivos de las fuerzas que votaron contra el statu quo en la moción de censura. Dicho de otra manera, trata de apuntalar una mayoría que apareció de forma un tanto coyuntural, para darle estabilidad y permanencia, y terminar así con desahogo la legislatura, en contra de las prisas de PRISA.

«Lo mejor está por venir», ha dicho Yolanda. Yo la creo. Creo incluso que el destornillador para desbloquear el impase catalán puede estar en manos del gobierno español. La PRISA, sin embargo y sin en cambio, es mala consejera, según dictamina la sabiduría popular. Conviene, en un momento crítico como este, templar los nervios y no perder la paciencia, para seguir enhebrando con acierto el hilo de las reformas.

Y si, mientras tanto, a doña Ana Botella le dan la medalla de Madrid por sus méritos relevantes, con su pan se lo coma. No se rasguen las vestiduras por tan poco, a menos que dispongan ustedes de un sastre de confianza que les pueda hacer un buen zurcido.