domingo, 7 de abril de 2019

EL COLOR DEL METRO


En principio, el hecho de que Elsa Artadi, candidata a la alcaldía de Barcelona, no sepa el color asignado a las líneas 1, 4 y 5 del metro, no es un impedimento descalificante. Tampoco lo sería su ignorancia sobre el número del autobús que lleva a Collblanc o a Bon Pastor. El mapa de Barcelona que todos tenemos en la cabeza es por fuerza incompleto, hecho de rutinas y de trayectos estereotipados, repetidos una y mil veces al hilo de los días. Y con toda seguridad, el mejor alcalde potencial no es la persona que almacene más datos por el estilo en la memoria.

Me parece más significativa la excusa que dio la candidata de Junts x Catalunya: que ella “ahora” va siempre en coche oficial, y “cuando trabajaba” (sic), utilizaba los Ferrocarriles de la Generalitat.

Se deduce que una de las ventajas de haber dejado de “trabajar”, es el poder trasladarse de un lugar a otro de la ciudad en coche oficial. Con chófer, porque la chica “no conduce”.

La siguiente pregunta pertinente sería qué hace ahora en la vida Elsa Artadi, si ya no trabaja y se presenta como candidata a la alcaldía sin un conocimiento siquiera somero de la red metropolitana de transporte público.

Esa pregunta, sin embargo, está ya contestada desde hace tiempo. Es economista, hizo un master en Harvard becada por la Fundación de la Caixa, fue consultora del Banco Mundial en Washington, y se distinguió especialmente en la etapa de la vigencia del 155 como coordinadora interdepartamental, cargo en el que mereció elogios de Soraya Sáenz de Santamaría: «Luego dirá lo que quiera fuera de su trabajo, pero aquí está “cumpliendo”».

Ahora que ha dejado de trabajar en lo suyo, se dedica a la propaganda en favor de Carles Puigdemont. La labor que espera hacer en Barcelona, en el improbable caso de que reúna los apoyos suficientes para gobernar la Casa Gran, será posiblemente la de aprontar financiación para la causa a la que se dedica. Extracción de plusvalías, lo llaman los expertos.

El único metro que le interesaría a Elsa Artadi sería uno que condujera derechamente a Waterloo.

O al Banco Mundial, Washington.