martes, 8 de junio de 2021

LA PARADA DE COLÓN

 


Pedro Castillo. Sería más conforme con el texto poner aquí una foto de Keiko Fujimori, pero no me peta. (Foto, La Nación)

 

Se rumorea que Keiko Fujimori podría acudir a la plaza madrileña de Colón para participar en el gran evento mediático de la Postdemocracia. Keiko ya siguió aplicadamente el manual Bannon-Trump en las últimas elecciones en Perú. Sus leales organizaron el recuento de modo que salieran primero los resultados de los colegios que la favorecían, y todas las cabeceras dieron la noticia de su probable triunfo. Después llegaron con cuentagotas las noticias de las urnas restantes, rurales, modestas, llamémoslas marginales. Pedro Castillo se puso delante ya con el 94% escrutado.

“¡Esto es un fraude masivo!”, denunció Keiko. Nada nuevo; el Pato Donald había hecho lo mismo en su momento, quiso parar el recuento mientras aún estaba por delante, y hoy sigue insistiendo en que le robaron la cartera. Pablo Casado sostiene la misma teoría en relación con aquella moción de censura.

Keiko habla como si esos votos en contra se hubiesen puesto ahí a urna cerrada, fuera de plazo. Pero no es así, esos votos estaban depositados legalmente desde el principio del recuento, es solo que se recontaron más despacio, con la conveniente parsimonia. Hay muchos procedimientos para hacer luz de gas.

No le falta del todo la razón a la chica de Fujimori, sin embargo. Sí que ha habido un fraude masivo en las elecciones peruanas: ella misma ha sido ese fraude. Los medios hablan pestes del candidato-ya-casi-presidente Castillo. Puede que en efecto sea muy malo, pero eso tiene que demostrarlo aún, no se precipiten otra vez, no empiecen a hacer el recuento de su mandato presidencial cuando todavía no han salido a la luz todos los votos puestos en las urnas. En cambio, Keiko, que jugaba de farol, se sabe muy bien qué es lo que representa y lo que ofrece, cuál sería la deriva que tomaría el país durante su mandato, tan publicitado por los clarines del establishment neoliberal y sin embargo nonato.

Por eso estará bien que Keiko se sume a la inminente parada de los monstruos en la plaza de Colón. Ha corrido más que nadie para apuntarse Rosa Díez, y ha hecho bien, quedará clasificada ya para siempre. También Alberto Rivera debería estar, él es un veterano de la primera foto, y si no está en la segunda le echaremos de menos. Nos gusta que los juguetes rotos aparezcan como tales, envueltos en sus faralaes, solos, fanés y descangayados, adornados con cuernos de búfalo, tatuajes estrepitosos, muecas feroches, y… desnudos de argumentos.

Keiko, no faltes a la cita. No tendrás otra oportunidad.