martes, 1 de junio de 2021

EL PERAL Y EL TABLERO DE AJEDREZ

 


Aquí aparecen, en el curso de una partida de ajedrez apenas empezada, Brecht, el impetuoso; Benjamin, el soñador; el tablero, objetivamente neutral pero sacudido de temblores, y el peral, al fondo, serenamente amistoso.

 

Siento una gran admiración, tanto por Bertolt Brecht (BB), como por Walter Benjamin (WB). He leído a ambos con asiduidad. Debo confesar que a Benjamin no siempre le he entendido.

Se conocieron en 1924, los presentó la entonces amante de Walter. Luego la vida y la irrupción del nazismo les separaron. En 1933 BB se exilió en Svendborg (Dinamarca) con su familia. Los nazis, frustrados por su fuga y a falta de su persona, la emprendieron con su biblioteca personal y quemaron sus libros. Las venganzas de los nazis siempre tuvieron un punto de rabieta de niños malcriados.

WB visitó en tres ocasiones a su amigo en Svendborg. La rutina de las visitas incluía un par de partidas de ajedrez al día, después de la comida y a la sombra fresca del peral.

Brecht (y otros rivales, Hannah Arendt entre ellos) acusaron a WB de eternizarse pensando sus jugadas. Su táctica preconcebida era cansar o distraer al rival, pensaban ellos. Alguien ha sugerido que lo que le ocurría era que la posición de las piezas en el tablero le llevaba a avanzar analogías, metáforas y desarrollos estratégicos en campos distintos del juego mismo, por lo que literalmente perdía el oremus. No sé qué base tiene esa suposición. Tampoco sé cuál de los dos ganaba en sus enfrentamientos. De la posición de la fotografía solo se deduce que BB era un jugador impetuoso, y WB más bien perezoso en el desarrollo de sus piezas.

Hacia 1939, BB escribió a su amigo, al invitarle a una nueva visita: «El tablero de ajedrez está huérfano. Cada media hora lo recorre un temblor de recuerdo: ahí siempre movía usted.»

El 26 de septiembre de 1940 WB se quitó la vida en su hotel del puerto de Port-Bou, ante la perspectiva de ser atrapado por la policía franquista. BB le dedicó un corto poema, en el que también aparecen el ajedrez y el peral.

 

A WALTER BENJAMIN, QUE SE QUITÓ LA VIDA HUYENDO DE HITLER.

Cansar al otro era tu táctica preferida

En la mesa de ajedrez a la sombra del peral.

El enemigo que te echó de tus libros

No se deja cansar por alguien como nosotros.