domingo, 11 de julio de 2021

LA "O" CON UN CANUTO

 


Isabel Díaz Ayuso atiende las indicaciones del pinganillo, visión retrospectiva. (Logo de la compañía de gramófonos La Voz de su Amo)

 

Isabel Díaz Ayuso se reunió con el presidente Sánchez, y todo lo que dijo en la entrevista lo llevaba escrito de antes. Algunos afirman que son modos novísimos de la política que viene, pero eso ya lo hacíamos nosotros en los exámenes comprometidos del cole.

Preparar un examen consistía en escribir las respuestas en letra diminuta y guardarlas en el puño de la camisa. Si la cosa salía bien, tenías el aprobado; si salía mal, te quedaba el recurso de echar pestes del profe porque había ido deliberadamente a por ti. Es exactamente el “método Ayuso”, tantos años después y cuando el viento se ha llevado ya tantas cosas.

Vi una película que me gustó mucho, en la cual daban el Premio Nobel a un autor cuyas obras las había escrito en realidad su mujer (ella era Glenn Close, no recuerdo mucho más del elenco). El premiado sucumbía oportunamente a un infarto y la cosa no llegaba a mayores. Pero imagínense, aquellos que siguen creyendo que Ayuso es una lideresa sólida, si llega finalmente a presidir un gobierno de España. La cruda realidad es que Ayuso no es capaz de hacer una “o” con un canuto. Hasta dónde llegaría el doblaje a bote pronto encomendado a un grupo de expertos de toda confianza del establishment.

Sánchez mete la pata de vez en cuando, como con el famoso chuletón a punto, pero se le puede perdonar porque todos tenemos días malos, y el fake de la existencia de una conspiración contra Garzón se ha disuelto al pasar el ministro de Consumo la reválida de la remodelación del Gobierno. Casado es al mismo tiempo más incontinente y más ignorante que Sánchez; tiene una idea muy vaga del mapa de África y de todo lo que cae de ese lado, por ejemplo. Acostumbra repetirse mucho en sus ataques al gobierno, y es porque le cuesta memorizar los detalles, de modo que su recurso es generalizar: «Es que este hombre lo hace todo mal, todo de todo». Así no cae tanto en contradicciones y renuncios.

Pero lo de IDA es punto y aparte, obliga a sus mentores a ir siempre con el pinganillo por rastrojos, y si está inspirada ya pueden echarse a temblar la FAES, Génova y el Sursum Corda: «¡Isabel, coño, por tus muertos, haz el favor de leer lo que llevas escrito y ni una palabra más!»

Lo lleva crudo el Partido Popular, que sigue al alza en los sondeos de todos modos. En los sondeos escritos por adelantado, matizo.