Dos imágenes de la reunión de la comisión
paritaria ─perdón, paritoria─ creada por @IdiazAyuso con el fin de expresar el
compromiso trnsversal e innovador de la Región con las políticas favorecedoras
de la natalidad madrileña. (Fuente, The Huffington Post)
La derecha española
rechaza la subida del salario mínimo, pero en cambio desea fomentar la
natalidad. Isabel Díaz Ayuso está tan preocupada por el asunto que ha creado una
“comisión para el diseño de la Estrategia regional a favor de la natalidad”. Lo
pongo entre comillas porque de otro modo ustedes no se lo creerían, y
supondrían que otra vez estoy de coña con asuntos tan serios.
En la comisión sobreabundan
los varones, se supone que todos ellos muy dispuestos a sacrificarse para que
crezca la natalidad.
Las mujeres están menos
por la labor, sin embargo. Es un inconveniente menor, en ningún caso grave. A
una voz de mando sonora y contundente, es seguro que las mujeres madrileñas,
modelo de las virtudes de la raza, abarrotarán los paritorios. Todo dependerá
que entiendan de forma adecuada la Estrategia (con mayúscula) regional diseñada
por la comisión ad hoc.
El consejero de
Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, don Enrique López
López, ha explicado de forma escueta pero suficiente el intríngulis de la
creación de la flamante comisión, en el siguiente tuit, que reproduzco tal cual,
en la suposición de que la Oficina del Español liderada en solitario por Toni
Cantó habrá dado el correspondiente visto bueno al redactado:
«Un compromiso del Gobierno de @IdiazAyuso, con medidas
transversales y innovadoras, que nace con el objetivo de implantar políticas
que faciliten la vida familiar a los madrileños.»
El texto es modélico en
más de un sentido: breve, pero confuso. Las medidas transversales “y”
innovadoras parecen referidas al compromiso, porque han sido colocadas decididamente
antes que las políticas facilitadoras de la vida familiar de los madrileños (¿de
las madrileñas también?, la pregunta no sobra, dado que, según estudios
científicos solventes, van a ser ellas las que pongan a contribución la parte
más trabajosa del objetivo anhelado).
Según algunas fuentes, las
medidas favorecedoras del natalicio se limitarían a un cheque-bebé no muy
sustancioso. Se gastará más en dietas para las reuniones de la comisión que en
ayudas públicas a los/las madrileños/as para que forniquen dentro de un orden
católico-romano o se enreden en el peligroso manejo de probetas, previamente
asperjadas con el hisopo por el obispo de la archidiócesis porque es sabido que
las probetas siempre las carga el diablo.
Para otras objeciones a la
medida, no tan sustanciales, lean ustedes los comentarios de las ministras
Irene Montero e Ione Belarra. Luego me cuentan.