Los dos promotores de los Encuentros catalanoandaluces soplan con empeño en busca de vientos favorables para su odisea. A la izquierda, Javier Tébar; en el centro, Javier Aristu; al fondo, un ángel que pasó batiendo rumorosamente alas; a la derecha, un amigo para lo que gusten. (Foto: Juan López Lafuente)
Escribe Javier Aristu
Desde hace varios meses un grupo de personas de Cataluña
y Andalucía venimos trabajando a favor de un encuentro amistoso entre catalanes
y andaluces. La finalidad es volver a un terreno de diálogo, de reconocimiento
mutuo y de búsqueda de fórmulas que ayuden a que la política, los políticos,
encuentren a su vez soluciones a un contencioso que va camino de convertirse en
conflictivo por muchos años.
Creemos que Andalucía, los andaluces, estamos en
condiciones de servir de puente de travesía para esta navegación tan compleja.
Han sido muchos, cientos de miles, los andaluces que emigraron a Cataluña y
dieron cuerpo y forma a una sociedad moderna, económicamente desarrollada y
culturalmente dinámica. Han sido también variadas y enriquecedoras las
aportaciones de los catalanes a nuestro modo de vivir y de crear riqueza. Las
relaciones económicas, comerciales, sociales y culturales han continuado
durante las últimas décadas. No es casualidad que la única línea de alta
velocidad ferroviaria que no termina en Madrid-Atocha sea la que circula entre
Sevilla y Barcelona, diariamente; lo que antes un tren “catalán o sevillano”
tardaba toda una noche y medio día en cubrir el trayecto hoy se hace en solo
cinco horas. Y con los vagones repletos de andaluces y de catalanes que tienen
intereses en ambas comunidades. Entre Sants y Santa Justa hay una línea directa
que no es solo ferroviaria sino estratégica. Lo mismo podríamos decir de
nuestros aeropuertos. Se trata de que la metáfora y realidad del transporte se
traslade al de las relaciones humanas y comunitarias. Necesitamos profundizar y
reinventar el eje Cataluña-Andalucía; con nuevos contenidos aprendidos a partir
de una historia común.
Por eso se va a desarrollar en Sevilla, durante los días
26 y 27 de octubre de este año, un Encuentro o Trobada entre personas
representativas de la cultura, la universidad y distintos ámbitos profesionales
de Andalucía y Cataluña destinado a desarrollar esas necesarias vías de
reconocimiento. Extraemos algunos párrafos del proyecto que tratan de sacar
adelante:
«Es posible establecer ese eje Cataluña-Andalucía que
facilite un nuevo terreno de colaboración y de apertura de iniciativas en todo
el Estado; siendo ambiciosos, creemos que ese eje entre dos comunidades
importantes por su población y su histórica influencia en la política española
podría ayudar a establecer un nuevo diálogo que ayude a desbloquear
situaciones herméticas. Esta iniciativa suena como un eco de aquellos
Diálogos de las Culturas que organizados por la recordada revista Cuadernos
para el Diálogo tuvieron lugar, en plena dictadura, en el monasterio de
Montserrat el 6 de julio de 1968 y que reunió a un grupo de intelectuales
catalanes y españoles que discutieron a partir de sus señas de identidad, pero
convergentes en los objetivos de democratización y conquista de las libertades.
«Hoy no se trata obviamente de partir de las
mismas bases ni de conquistar los mismos objetivos: lo que se busca es dialogar
para hallar un punto de encuentro o acercamiento que haga posible una renovada
convivencia en un marco jurídico y político integrador de las diferentes
opciones territoriales. Sea cual sea la fórmula que finalmente se pueda
alcanzar (estado federal o confederado, estado autonómico renovado,
independencia de Cataluña) el diálogo y el encuentro seguirán siendo necesarios
entre dos sociedades que se asientan en fundamentos históricos similares aunque
con identidades lingüísticas y culturales en buena medida diversas.»
Confiemos en que esta iniciativa salga adelante y podamos
ir vislumbrando, poco a poco pero de forma progresiva, un cambio de situación
que permita una convivencia renovada entre andaluces, entre españoles y
catalanes. Para ello el protagonismo de la sociedad civil es necesario. Un
protagonismo hecho de pequeñas iniciativas que, como esta que comentamos,
ayuden a encauzar la complejidad y la diversidad en un terreno de diálogo y de
respeto.
De la propuesta ya se han hecho eco recientemente dos
ilustres representantes de la cultura y la sociedad catalana. Tanto Jordi Amat
como José Luis López Bulla han comentado recientemente la iniciativa que se
pueden leer en estas dos entradas; ambos van a estar presentes en Sevilla en
octubre:
Jordi Amat, Cambio de clima
José Luis López Bulla, Cataluña, ¿tiene solución?
Seguiremos informando.