La entrevista a
Joan Coscubiela publicada en el recién aparecido nº 13 de la revista digital Pasos
a la izquierda (ver en http://pasosalaizquierda.com/)
ha causado cierta sensación, pero ha arruinado mi crédito personal. Por mucho
que insista en que estuve allí, la opinión general es que no se me ve.
─Paco Rodríguez no
es una persona fiable ─murmuran por lo bajini algunos conocidos en el acto de
retorcer el colmillo─. Es de esos que se adornan con plumas ajenas.
Soy inocente, puedo explicarlo
todo. No teníamos previsto hacer fotografías ni una vídeo-entrevista. Sin
embargo, hubo una vídeo-grabadora para la entrevista. Juanma García la colocó
en posición fija apuntando al grupo, y yo quedé fuera de encuadre, cosa que en
aquel momento no tenía la más mínima importancia. Yo acudía al evento, por lo
demás, de peón de brega del maestro Aristu, que era quien había de llevar (y
llevó) la voz cantante.
Cuando muchos días
más tarde pensamos que sería bueno realzar la entrevista con imágenes propias,
lo único que Juanma pudo ofrecernos fueron capturas de pantalla. Ahí es donde,
literalmente, desaparecí.
Sin embargo, y no
por intervención milagrosa, mi mano, émula de aquella “mano de Dios” de Maradona
que decidió un Mundial de fútbol, cobró repentinamente vida propia. El lector puede
comprobarlo en esta precisa captura de pantalla ofrecida por Juanma. Ahí están
(estamos) Joan a la derecha, Javier a la izquierda, y la “mano de Paco” en el
extremo inferior de la parte izquierda, diríase que incorpórea y exenta, pero
eficiente.
Cesen las
murmuraciones de las lenguas de doble filo. Ni se trata de un ectoplasma, ni de
fotoshop. Yo estuve allí. Tal y como dijo Lope de Vega respecto de una circunstancia
ligeramente distinta, «quien lo probó, lo sabe.»