Ayer comentaba en
esta página el ímprobo esfuerzo de los medios de comunicación para hacer pasar por
buenas unas cifras estadísticas que no lo son. No hay más empleo en España,
sino mayor fragmentación del empleo; pero si se toma como medida el número de
contratos de trabajo ─sin tener en cuenta el hecho, estadísticamente
comprobado, de que la duración de los empleos se está acortando progresivamente
─ en lugar del número de puestos de trabajo reales, viene a resultar que vamos
lanzados hacia el pleno empleo, la crisis está superada y las repetidas reformas
laborales desreguladoras han pavimentado el camino hacia un futuro radiante.
No tienen nada
intrínsecamente malo dichas especulaciones, siempre y cuando uno no se las crea.
Viene a suceder como con el photoshop; mediante esta técnica la figura resulta
mucho más favorecida en el papel satinado, pero los michelines siguen ocupando
tenazmente su lugar.
Conviene, por
consiguiente, no poner demasiada fe, la fe del carbonero, en la ciencia
estadística. El punto significativo es la obligación de cruzar todos los datos estadísticos disponibles
sobre una realidad concreta, y hacer el diagnóstico a partir de esa totalidad.
Quienes se adentran en esos vericuetos a partir de un dato aislado y sacan
conclusiones generales de ese dato, se encaminan en derechura a la mentira, por
no decir al ridículo.
Pongamos que estoy
hablando de Nuño Rodrigo Palacios, que en elpais de hoy, en un trabajo que
titula “Las cinco provincias que han recuperado todo el empleo perdido y la que
no tiene casi paro”, comenta el excelente comportamiento de la provincia de Soria
en el tema del empleo. La tasa de desempleo en Soria es del 4,35%, un sueño: «similar a la de Noruega y notablemente más
baja que la tasa sueca», se maravilla Rodrigo Palacios.
Soria sí ha hecho
los deberes; la provincia está apenas a un pasito del pleno empleo. Soria y
Noruega, los dos faros que deben guiar los comportamientos laborales en Europa.
No hace falta
hurgar mucho en el contexto para desmontar esa visión. La tasa de desempleo
soriana está en relación directa con su despoblación. En 1976 la provincia tenía
102.838 habitantes, que en 2017 han descendido a 88.903, tan solo 8,63 por km2.
Las cifras más bajas de Europa.
Los que no se han
marchado, han envejecido en este tiempo. La tasa de nacimientos es ínfima, los
mayores de 85 años representan el 6% del total, la población activa (en edad de
trabajar) es muy reducida, y las actividades económicas se centran en el sector
primario (agricultura y ganadería) y en las industrias derivadas (cárnicas,
bodegas). No estamos ante un ejemplo de empleo sostenido, sino ante la lánguida
decadencia de una estructura económica intemporal, que no crea fuentes alternativas
de riqueza ni genera nuevas oportunidades de empleo.
Rodrigo Palacios señala
también animosamente las provincias donde el empleo ha crecido en números
absolutos desde 2007. Son muy pocas: Santa Cruz de Tenerife, Guadalajara,
Baleares, Málaga y Las Palmas. Con la excepción de Guadalajara, convertida por
la fuerza de las cosas en suburbio periférico de Madrid, adonde se han
trasladado recientemente mucha población, empresas y servicios nuevos generados
por la capitalidad, las otras cuatro son provincias eminentemente turísticas, tres de ellas insulares. En el
terreno del turismo ha habido en estos años un fuerte incremento de las infraestructuras
hoteleras, de restauración y otras concomitantes. Es de nuevo la teoría del bar
de copas de Europa. Pero añade el autor del artículo, sin salirse de las únicas
estadísticas que maneja, que así como en ellas ha crecido el empleo desde 2007,
también ha crecido ─más aún, en porcentaje─ el desempleo. El nuevo empleo no ha
estado a la altura del incremento demográfico; lo cual pone en entredicho toda
la estrategia “ortodoxa” del crecimiento preconizado por la banca y las
instituciones.
Ni una palabra, en
el artículo citado, de la “calidad” del empleo creado. Un tema sobre el que siempre se
pasa de puntillas. Va a ser que el empleo basura es la panacea para la economía
del país. Es lo que viene a defender Pablo
Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, que encuentra exageradas las
partidas sociales de los presupuestos del gobierno de Pedro Sánchez, y
recomienda mayor austeridad en las cuentas, dada la marcha trepidante que
llevamos.
Posdata.- Encuentro, ya redactado este artículo, una argumentación mucho más solvente y completa que la mía sobre lo que aquí se critica. Es la de Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, que puede consultarse en https://www.nuevatribuna.es/articulo/economia-social/trabajo-precariedad-laboral-epa-ccoo-ugt/20190129130354159652.html
Posdata.- Encuentro, ya redactado este artículo, una argumentación mucho más solvente y completa que la mía sobre lo que aquí se critica. Es la de Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, que puede consultarse en https://www.nuevatribuna.es/articulo/economia-social/trabajo-precariedad-laboral-epa-ccoo-ugt/20190129130354159652.html