miércoles, 30 de enero de 2019

PHOTOSHOP ESTADÍSTICO SOBRE EL EMPLEO


Ayer comentaba en esta página el ímprobo esfuerzo de los medios de comunicación para hacer pasar por buenas unas cifras estadísticas que no lo son. No hay más empleo en España, sino mayor fragmentación del empleo; pero si se toma como medida el número de contratos de trabajo ─sin tener en cuenta el hecho, estadísticamente comprobado, de que la duración de los empleos se está acortando progresivamente ─ en lugar del número de puestos de trabajo reales, viene a resultar que vamos lanzados hacia el pleno empleo, la crisis está superada y las repetidas reformas laborales desreguladoras han pavimentado el camino hacia un futuro radiante.

No tienen nada intrínsecamente malo dichas especulaciones, siempre y cuando uno no se las crea. Viene a suceder como con el photoshop; mediante esta técnica la figura resulta mucho más favorecida en el papel satinado, pero los michelines siguen ocupando tenazmente su lugar.

Conviene, por consiguiente, no poner demasiada fe, la fe del carbonero, en la ciencia estadística. El punto significativo es la obligación de cruzar todos los datos estadísticos disponibles sobre una realidad concreta, y hacer el diagnóstico a partir de esa totalidad. Quienes se adentran en esos vericuetos a partir de un dato aislado y sacan conclusiones generales de ese dato, se encaminan en derechura a la mentira, por no decir al ridículo.

Pongamos que estoy hablando de Nuño Rodrigo Palacios, que en elpais de hoy, en un trabajo que titula “Las cinco provincias que han recuperado todo el empleo perdido y la que no tiene casi paro”, comenta el excelente comportamiento de la provincia de Soria en el tema del empleo. La tasa de desempleo en Soria es del 4,35%, un sueño: «similar a la de Noruega y notablemente más baja que la tasa sueca», se maravilla Rodrigo Palacios.

Soria sí ha hecho los deberes; la provincia está apenas a un pasito del pleno empleo. Soria y Noruega, los dos faros que deben guiar los comportamientos laborales en Europa.

No hace falta hurgar mucho en el contexto para desmontar esa visión. La tasa de desempleo soriana está en relación directa con su despoblación. En 1976 la provincia tenía 102.838 habitantes, que en 2017 han descendido a 88.903, tan solo 8,63 por km2. Las cifras más bajas de Europa.

Los que no se han marchado, han envejecido en este tiempo. La tasa de nacimientos es ínfima, los mayores de 85 años representan el 6% del total, la población activa (en edad de trabajar) es muy reducida, y las actividades económicas se centran en el sector primario (agricultura y ganadería) y en las industrias derivadas (cárnicas, bodegas). No estamos ante un ejemplo de empleo sostenido, sino ante la lánguida decadencia de una estructura económica intemporal, que no crea fuentes alternativas de riqueza ni genera nuevas oportunidades de empleo.

Rodrigo Palacios señala también animosamente las provincias donde el empleo ha crecido en números absolutos desde 2007. Son muy pocas: Santa Cruz de Tenerife, Guadalajara, Baleares, Málaga y Las Palmas. Con la excepción de Guadalajara, convertida por la fuerza de las cosas en suburbio periférico de Madrid, adonde se han trasladado recientemente mucha población, empresas y servicios nuevos generados por la capitalidad, las otras cuatro son provincias eminentemente turísticas, tres de ellas insulares. En el terreno del turismo ha habido en estos años un fuerte incremento de las infraestructuras hoteleras, de restauración y otras concomitantes. Es de nuevo la teoría del bar de copas de Europa. Pero añade el autor del artículo, sin salirse de las únicas estadísticas que maneja, que así como en ellas ha crecido el empleo desde 2007, también ha crecido ─más aún, en porcentaje─ el desempleo. El nuevo empleo no ha estado a la altura del incremento demográfico; lo cual pone en entredicho toda la estrategia “ortodoxa” del crecimiento preconizado por la banca y las instituciones.

Ni una palabra, en el artículo citado, de la “calidad” del empleo creado. Un tema sobre el que siempre se pasa de puntillas. Va a ser que el empleo basura es la panacea para la economía del país. Es lo que viene a defender  Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, que encuentra exageradas las partidas sociales de los presupuestos del gobierno de Pedro Sánchez, y recomienda mayor austeridad en las cuentas, dada la marcha trepidante que llevamos.

Posdata.- Encuentro, ya redactado este artículo, una argumentación mucho más solvente y completa que la mía sobre lo que aquí se critica. Es la de Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, que puede consultarse en https://www.nuevatribuna.es/articulo/economia-social/trabajo-precariedad-laboral-epa-ccoo-ugt/20190129130354159652.html