miércoles, 4 de marzo de 2020

FEMINISMO AMAZÓNICO



Aquiles da muerte a Pentesilea. Decoración de una vasija ática, siglo VI a.C. Museo Británico.


Cayetana Álvarez de Toledo, siempre original, no acudirá a la Jornada feminista del 8 de Marzo porque se reclama del “feminismo amazónico”, al estilo de Camille Paglia.

He tenido que recurrir a la wikipedia para saber quién es la señora Paglia y de qué va el feminismo amazónico. Algunos lo llaman “sueño andrógino”. Se relaciona con las antiguas amazonas, no con el río sudamericano. Las amazonas luchaban contra los varones de igual a igual. Cayetana, actual marquesa de Casa-Fuerte, rechaza cualquier tipo de protección legal a la mujer, y se siente lo bastante fuerte para imponerse al machismo sin ayudas extra, ni cupos especiales, ni mariconadas.

Hay que reconocer que se ha despojado de muchas ataduras desde que difundió el tuit que la dio a conocer en las redes sociales, después de la cabalgata de Reyes de Madrid en 2016: «Mi hija de 6 años: Mamá, el traje de Gaspar no es de verdad. No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás.»

Las amazonas más famosas de la mitología griega tuvieron en general mala suerte en su lucha esforzada contra los varones. La reina Hipólita aparece en uno de los trabajos de Hércules, que le robó el cinturón y la mató, según unos; o según otros, que recibió de ella el tal cinturón como regalo, en un acto de amor no correspondido por el bruto.

Pentesilea, de otra parte, luchó contra Aquiles delante de los muros de Troya. Dicen algunas fuentes que se había enamorado de él, pero el héroe, algo distraído por sus considerables hazañas bélicas, solo reparó en ella en el momento de atravesarle el pecho de lado a lado con su lanza. En ese momento sí se fijó, y se enamoró perdidamente de la que acababa de matar.

Una actitud muy tradicional entre los varones desde la antigüedad remota, si se me permite el comentario.

Pero se me escapa en qué ayuda a las mujeres en general, ni a la señora marquesa en particular, ese calificativo de “amazónico” como aditamento de sus extrañas convicciones feministas.