martes, 17 de marzo de 2020

HACIA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO



Fotografía de “portada” del no 18 de Pasos a la Izquierda.


El milagro ha vuelto a producirse; está en la red un nuevo ejemplar digital, el número 18, de la revista Pasos a la Izquierda, tal y como nos lo ha anunciado oportunamente su profeta Javier Aristu. Es un buen momento para leer despacio lo que ahí se ha reunido laboriosamente, y tomar algunas notas sustanciosas de lo que se va leyendo. Las notas manuscritas o electrónicas depositadas en un soporte adecuado son como los estantes de un armario ropero en el que ordenamos nuestras pertenencias ─pocas o muchas─ a fin de tenerlas a mano siempre que las necesitamos.

Comento aquí y a bote pronto lo que me parece más urgente: la explicación que hace Gaetano Sateriale ─un amigo─ del Piano del Lavoro, del que es responsable oficial en la dirección de la CGIL italiana. Este “Plan del Trabajo” es una iniciativa sindical a largo plazo que va más allá de la defensa inmediata de los puestos de trabajo realmente existentes, porque apuesta no solo por la resistencia sino además por la alternativa; por una alternativa propia del sindicato, discutida y elaborada desde abajo.

La propuesta sindical italiana no se limita a negociar “lo que se pueda” con las instancias que tradicionalmente se encargan de programar el desarrollo (gobierno y patronal, por antonomasia), sino que entra a discutir de entrada la mayor, y a señalar de forma contundente: esto es lo que el país necesita, esto es lo que nosotros queremos que se haga, por esto y no por otra cosa estamos todos a una dispuestos a arrimar el hombro.

En pocas palabras, el Plan apuesta por un nuevo modelo de desarrollo económico para Italia y para Europa, centrado, explica Sateriale, «ya no en los consumos y en la producción de bienes duraderos, sino en las exigencias ─las necesidades─ de las personas, de las comunidades y de las áreas geográficas en las que viven.»

Es decir, lo que se propone es cambiar la orientación y los puntos cardinales del mapa del desarrollo, y darle un sentido nuevo. El objetivo ya no es engordar el PIB (el mentiroso, el puto PIB, que cuando el capitalista se come dos pollos y yo ninguno, declara que él y yo nos hemos comido un pollo “per cápita”, y me felicita por haber mejorado mi dieta).

El objetivo son las necesidades reales de las personas reales. Y como las personas no viven del aire y en el aire, ni de las estadísticas y en las estadísticas, esas necesidades incluyen las comunidades humanas y los territorios en los que se asientan. Tanto los territorios superpoblados con problemas de gigantismo y de contaminación, como los territorios vacíos con problemas de falta de infraestructuras vitales: esos lugares marginales que los economistas dan ya por perdidos y esconden debajo de la alfombra y detrás de las estadísticas cuando echan sus cuentas.

Una gran idea, un Plan del Trabajo para potenciar la igualdad y un desarrollo armonioso y sostenible. Una idea que necesariamente se puede asumir y desarrollar también aquí, en España y en sus autonomías.

Lo que Sateriale dice de Italia lo encuentran en https://pasosalaizquierda.com/el-potencial-innovador-del-piano-del-lavoro/.

Buena y provechosa lectura.