Unai Sordo, secretario general
de CCOO. Fuente, Espacio Público.
Una excelente entrevista
de Marià de Delàs a Unai Sordo en Espacio Público (1), en la que el secretario
general se explaya de forma demorada y sabia sobre las claves de la
organización y la acción sindical en esta encrucijada histórica, es ofrecida al
lector desde un titular en clave de enfrentamiento del sindicato con el
gobierno de coalición: «Si el gobierno no mueve pieza en materia de reforma
laboral, va a tener un conflicto con los sindicatos.»
¿Por qué se ha
elegido este titular, entre tantos y muy llamativos en clave positiva, como
ofrece la entrevista? Me viene a la memoria de inmediato el reciente artículo
de Quim González Muntadas en su nuevo 'Quimblog': «Hablemos bien de aquello que funciona bien.» Una iniciativa no
solo excelente, sino terapéutica en este momento.
En este momento. Es
decir, cuando coinciden en el tiempo y el espacio el sufrimiento renovado de la
población por una pandemia en rebrote, la paralización selectiva de la economía,
y el abordaje de la derecha pirata, con el cuchillo entre los dientes, a las
instituciones así centrales como periféricas.
Unai habla de que lo
primero es el diálogo social. Al gobierno le correspondería mover pieza solo si
ese diálogo se atascara. La posibilidad misma de diálogo quedó seriamente
en entredicho desde que las reformas laborales ─la del año 12 pero también la del
10, lo recuerda Unai de forma explícita─ otorgaron a la parte empresarial un
poder de decisión unilateral en la organización de los procesos productivos. No
se debe permitir la prolongación en el tiempo de ese ucase abusivo, porque el
desequilibrio de posiciones inicial ha degenerado en una desigualdad profunda,
una acumulación desaforada de ganancia para el capital a costa de una precariedad
extendida del factor trabajo.
De ese estado de
cosas es consciente casi todo el mundo, incluida Madame Lagarde, que se ocupa
ahora del Banco Central Europeo. Proponen, en cambio, más dosis de la misma
medicina neoliberal, tanto el líder del PP Pablo Casado, como el gobernador del Banco de España Hernández de Cos, y el Tribunal
Constitucional español. Esa es la seria anomalía en la que vivimos.
La advertencia de Unai
Sordo va por ahí. Es posible ver la botella de realizaciones del gobierno de
coalición medio llena o medio vacía, según el humor de cada cual, pero de ningún
modo verla vacía del todo. Se han dado muchos pasos hacia la mejora de una
situación opresiva. Y Unai no se queja del gobierno, solo responde a una
pregunta del entrevistador acerca de una situación hipotética en la que el
diálogo se bloqueara.
La principal virtud
de este gobierno es la resiliencia. Está moviendo estructuras viciadas muy
consolidadas, frente a una oposición irreductible y en medio de un ruido
mediático atronador. Está en el buen camino, y es muy necesario ahora mismo, en
consecuencia, aplicar la receta de Quim: hablar bien de lo que está funcionando bien.
Lo hace Unai Sordo.
Lean la entrevista con atención, y borren mentalmente el titular: el titular es
solo ruido.
Si consiguiéramos
dejar todo el ruido mediático entre paréntesis, contribuiríamos entre todos a generar
gradualmente en la ciudadanía un estado de ánimo que, desde la desesperación, avanzara
hacia la esperanza.