martes, 10 de noviembre de 2020

VICTORIA PARA UNA NUEVA ESPERANZA

 


Polarización (fuente, revista digital América 2.1)

 

«Sin Trump, Biden se habría quedado en la mitad de los votos. Se llama polarización.» Esta frase la escribí yo anteayer en uno de esos recuadros de color que facebook facilita para colgar tus frases lapidarias.

La polarización es un fenómeno físico, que tiene lugar en presencia de un campo magnético. En política se utiliza el término para expresar una confrontación bipolar que “vacía” o socava el territorio en el que habitualmente se sitúan las opciones políticas moderadas.

Ahora bien, del mismo modo como Trump se queja de que sus mayorías desaparecieron “mágicamente” en una sola noche, las redes sociales tienden a atribuir un carácter fantasmal a ese fenómeno llamativo del vuelco del voto a favor de Biden. En determinados análisis, el ganador ha sido en último término el “aparato” demócrata, imperialista, multilateralista, belicista. En definitiva, el complejo militar-industrial.

Puede que no sea así. Hay otras lecturas posibles de la victoria de Biden, que sobrevuelan el esforzado ejercicio de contabilidad de votos en los condados del Medio Oeste y el Cinturón del Óxido, y atienden a los grandes movimientos. Puede que lo sucedido no se deba a una resituación ideológica de algunos nichos sociológicos de un ecosistema determinado, sino a que América, sencillamente, está cambiando también, en un momento en el que todo cambia en el mundo. Puede ser que la globalización esté adentrándose por rumbos nuevos, y empiece a aflojarse la tiranía de los mercados financieros sobre una ciudadanía fragmentada.

Vale la pena considerar seriamente esta posibilidad. Desde un Brasil oprimido por un neofascismo cruel, y ansioso de liberación, Tarso Genro (*) lo ha hecho en un bello artículo publicado en ‘Sul21’ bajo el título “Trump y Bolsonaro, dos mentirosos compulsivos en una era que es la suya”. He aquí la conclusión de su trabajo, en una traducción algo rústica, hecha por mí a bote pronto:

«La victoria de Biden contra Trump ya es un hecho. Lo extraño y nuevo no es ─como dicen los comentaristas tradicionales─ el desenlace de un país dividido, cosa natural y saludable en una democracia estable. Espanta, por un lado, el estallido ruidoso de un fascismo hasta ahora solapado en las fantasías del mercado perfecto; y asombra, por otro, el surgimiento ─en el país “modelo” del neoliberalismo global─ de una izquierda renovada en los sectores de las clases medias bajas, en los trabajadores dispersos por las redes de instrumentalización de los cuerpos, en las luchas de las mujeres agrupadas en el nuevo mundo del trabajo y en los nuevos movimientos eco-ambientalistas y de identidad sexual, que han protagonizado ya acciones colectivas en defensa de la extensión de las libertades políticas.

Esta victoria, sin embargo, no es solamente una victoria de la izquierda, sino de todo un campo político democrático y republicano, que trasciende el bipartidarismo y que además apuesta por los valores de los “padres fundadores”, que el éxito anterior del “trumpismo” consiguió arrojar al fondo del pozo. Para nosotros brasileños, cuya democracia está maleada por el fascismo descarado, por el negacionismo que despotrica de la ciencia y por el evangelio del dinero –que utiliza a Dios y a sus Profetas para llevar a cabo la política de los mercaderes del templo─, esta victoria, si consigue desarrollar todas sus potencialidades, será magnífica, porque podrá ser un símbolo que estimulará un cambio de nuestros tiempos oscuros. Nada más que eso, pero eso ya es mucho, en un tiempo en el que dos mentirosos compulsivos se encontraron con la intención de socializar la desgracia de dos grandes naciones.»

 

(*) Reproduje en mi blog el pasado 6 de septiembre otro artículo de Tarso sobre “lo nuevo” que se abre paso dificultosamente en la política (ver http://vamosapollas.blogspot.com/2020/09/boaventura-y-la-palabra-supongo-de.html). Otro texto reciente suyo, de mayor vuelo teórico, puede encontrarlo el lector en https://pasosalaizquierda.com/la-ideologia-socialdemocrata-y-las-nuevas-bases-tecnologicas-en-la-dominacion-del-trabajo/