Político de la derechona
irredenta. Imagen ideal.
… ¿hasta dónde
llegarían si ocuparan el gobierno? Es una pregunta fácil de responder. Tenemos
un muestrario impresionante de ejemplos en la hemeroteca. Daniel Martín Cuesta nos
ha recordado hace solo algunas horas tres de los más selectos: el Prestige, el Yak 42, los atentados de
Atocha aquel 11-M.
Los herederos
espirituales de aquellos personajes (Aznar, Rajoy, Trillo, Acebes) a los que el
voto popular defenestró del gobierno por sus mentiras innobles e intolerables,
vuelven a la carga en los mismos términos. Cuando estaban en el gobierno la
culpa era del gobierno anterior; ahora, en la oposición, la culpa es del
gobierno actual y no de los recortes que ellos mismos practicaron "por el bien
de España".
Son de la misma
colla del Tornarem a fer-ho! Unos y
otros se han negado ─con chulería─ a rebajarse el sueldo en esta crisis
crucial. Meritxell Budó ha explicado que sería una medida “populista”. Resulta
que lo que más aborrece la señora Budó son los sacrificios privados propios (los ajenos sí le parecen bien) en favor del bien
público: esa sería su definición particular del populismo horrendo.
Los diputados de
Vox, por su parte, se han negado incluso a dejar de cobrar dietas. ¿Dietas de
qué viajes, si estamos todos encerrados en casa?
Pero van a recurrir
al Tribunal Constitucional la prolongación del estado de alarma. ¿Ante qué
Constitución recurrirán, si la suya sigue siendo el Fuero de los Españoles?
Conviene guardar en
la memoria todas estas perlas surtidas que nos sirven a diario los medios de
comunicación. Desaparecerán como por ensalmo cuando vengan nuevas vísperas
electorales, y para entonces tod@s l@s candidat@s de las derechas variopintas
serán gente dedicada, altruista, pendiente del bienestar de los humildes,
valerosas combatientes contra la corrupción, la miseria y la peste que las
izquierdas han esparcido por este país bendecido por Dios.
Si desde la oposición
nos desprecian y nos insultan tanto, ¿qué harán si el azar o la (falsa) necesidad
les llevan de nuevo al gobierno?
Inés Arrimadas se
ha manifestado favorable a un gobierno de concentración siempre y cuando esté
ella, y no esté el Coleta. Está jugando con las palabras; eso no es concentración,
eso es un vuelco hacia la derecha.
Hacia la derechona.