Continúa la conferencia de Aldo Bonomi. El lector
encontrará el inicio de la misma en http://vamosapollas.blogspot.com/2020/05/aldo-bonomi-politica-y-sindicato-i.html. Estimo
importante la lectura complementaria de la crónica de Alba Sidera, en Ctxt,
cuyo link aparece más abajo en la nota a pie de página. Gracias a ese “retrovisor”,
se aprecia mejor cómo no hay dos crisis independientes en 2008 y 2020, sino una
segunda crisis, desencadenada por un agente nuevo pero relacionada íntimamente
con la primera, y que se despliega a partir de ella como ocurre con las cajas
chinas.
Como recordatorio de lectura, en su última frase de
la primera entrega de este trabajo, el autor se refería al paradigma «capital-trabajo-Estado».
Ese paradigma
presuponía, en la práctica, una dialéctica entre las formas del capital y las del
trabajo para negociar, contratar y representar, en relación con la estatalidad.
Y el sindicato era un punto fundamental de la representación del trabajo, de
manera que, según fueran las relaciones de fuerza, se hacía entonces el
estatuto de los trabajadores con la misma facilidad con que hoy se hace una Jobs
Act [la “reforma laboral” de Matteo Renzi,
N. del T.]
Hoy el paradigma
nuevo a considerar es el de los flujos que impactan sobre los lugares. Por
«lugares» entiendo la dimensión de ese territorio que es, de forma emblemática,
Villa d’Almè (1), pero también, si nos referimos a términos geopolíticos y
geoeconómicos más amplios, Ucrania, las distintas regiones del Mediterráneo, e
incluso otros escenarios.
Paso a enumerar esos distintos flujos: las finanzas
son un flujo, y un flujo impactante porque, apenas se conoce el desastre de
Lehman Brothers, de inmediato quedan bloqueados los fondos de las mutualidades,
de las cajas, de las empresas, e incluso de esos bancos “locales” que ya no
existen. El flujo financiero ha sido, en consecuencia, determinante de forma
inmediata en nuestro territorio.
Así pues las
finanzas son un flujo, un flujo muy concreto, y que no se limita a la
distribución. Es un flujo que ha producido la financiarización de la economía,
como se ha visto en el paso de la Fiat de Romiti, que fue el último baluarte
del fordismo, a la Fiat de Marchionne, que es una plataforma financiera que despega
de Detroit y decide dónde va a aterrizar, en función de localizaciones de
conveniencia y de normas relativas a las formas de trabajo dictadas en su
propio beneficio.
Las internet company son otro flujo, y se han
introducido en todas nuestras casas. Cualquiera que tenga hijos y deba
confrontarse con la generación 2.0, se da cuenta de lo que significa ese flujo
y hasta qué punto ha cambiado muchas cosas.
Las
deslocalizaciones son un flujo al revés, porque desde el territorio fluyen
hacia otras partes. Y esto afecta, en este territorio vuestro, a todo el debate
sobre el textil y los procesos de deslocalización, así como sobre los atractivos
que pueda exhibir vuestro territorio local ante las transnacionales.
También las
migraciones son un flujo, han llegado al territorio determinando cambios en
particular en el mercado de trabajo. «Pensábamos que llegaban brazos, y han
llegado personas», se dice. Y cuando llegan personas el problema ya no es solo
la forma del trabajo servil o no servil, sino que el problema pasa a incluir
además las religiones, los usos y las costumbres.
El territorio es,
por tanto, una categoría central. Y, lo
digo con toda claridad, en mi opinión es necesario volver al territorio, porque
es ahí precisamente donde más se aprecia la rotura en pedazos del diamante del
trabajo: el trabajo servil, la servidumbre de la gleba, los gremios. Estos
fenómenos no aparecen en la fábrica, están dispersos por “otras fábricas”, si
me permitís la metáfora.
Dentro del cambio
de paradigma se encuentra también otra gran cuestión, que remite al problema de
vuestra supervivencia. El peligro de que el sindicato no sobreviva en el nuevo
paradigma, en efecto, está relacionado con los grandes mecanismos de poder que
están actuando hoy, y que determinan lo que yo llamo «el eclipse de la sociedad
de en medio», o bien, para expresarlo de una forma aún más clara, la
deslegitimación total de los cuerpos sociales intermedios. El “renzismo” es la
forma más alta de representación de esos mecanismos. En el mecanismo de los
flujos y de los lugares, esto presupone que el mando se ejerce de arriba abajo
sin ninguna mediación. En el interior de la crisis europea, la representación
más alta de ese top-down directo y no
mediado es la Troika, y por esa razón resulta tan interesante la experiencia
griega, porque representa una forma de resistencia a ese proceso, que se
ejercita a través de un llamamiento a la estatalidad y a la deuda pública.
En esta forma de
mando desde arriba se incluye también la tendencia a abolir los entes
territoriales intermedios: desde la fusión de pequeños municipios por ley,
hasta la abolición de las provincias o de las comunidades de montaña. Sé muy
bien, en lo que se refiere por ejemplo a las comunidades de montaña, porque soy
valtelinés, que no son la mejor solución, que eran los democristianos los que
lo manipulaban todo. Y sin embargo se trata de una especificidad de algunos
territorios que debe ser tenida en cuenta en toda su dimensión (los hospitales
locales y las carreteras, por ejemplo).
Es cierto que se ha
acabado la época napoleónica de las provincias y las prefecturas, pero subsiste
aún el problema de rediseñar un espacio intermedio frente a un razonamiento que
remite a la forma política de «un solo hombre al mando» (sea este Salvini o
Renzi), porque esa forma hunde sus raíces en la filosofía del «nada en medio».
Sin embargo, la
crisis de la representación afecta a todos, no solo a vosotros en tanto que sindicalistas.
Afecta también a los empresarios. Tampoco la gran patronal, Confindustria,
cuenta ya para nada.
Por tanto, la
verdadera gran cuestión es la refundación del tejido intermedio de la
representación. «Territorio» significa también esto, porque vosotros estáis aún
organizados, no ya según el esquema fordista, sino además según el esquema
napoleónico de las provincias.
Pero además de
seguir el esquema territorial napoleónico, tenéis una organización «en tubos de
órgano» que remite al fordismo. La palabra «reforma» no me gusta porque nos la
han robado, diciendo: “Hemos hecho reformas, lo hemos desmantelado todo”. Pero
esa no es una reforma, las reformas son otra cosa. Por eso prefiero el término
«refundación», que es un término del que se ha abusado en política.
Lo cual no impide
que el problema sea precisamente refundar los cuerpos intermedios de la
representación. Esa es la gran cuestión que remite, tanto a los cambios en la
composición social, como a los cambios de posición de las organizaciones en el
espacio mutado. En estos años, ha cambiado el concepto de representación en el
sentido de que, desde el mecanismo de la representatividad, se ha pasado a una
representación en el sentido teatral, e incluso a una autocelebración: quien no
se autocelebra está fuera de juego, quien no se hace el selfie no cuenta para nada.
En resumen, el
eclipse de la sociedad de en medio o la crisis de los cuerpos intermedios es
una cosa fundamental, y también en este sentido hay en la provocación
landiniana un razonamiento de fondo que dice: «¿Hay crisis? Mi respuesta es
abrirme, extenderme.» Se trata de un paso positivo, pero no querría que después
de esta primera parte de mi exposición, cayerais en la conclusión de que
vuestro destino es hacer un sindicalismo de territorio. El sindicalismo de
territorio, es decir el sindicato que vuelve a los lugares, lo practica mejor
el liguismo, que ha quemado ya esa vía de salida.
Entonces, si yo
fuera vosotros, razonaría en primer lugar a partir del espacio que estáis
ocupando en los procesos en evolución.
Tal como yo lo veo,
este territorio bergamasco es una parte fundamental de lo que yo llamo la “ciudad
infinita”, es decir una enorme plataforma productiva que va desde Varese hasta el
entorno del aeropuerto de Orio al Serio, junto a Bérgamo, y que incluye
aproximadamente medio millón de actividades económicas. No he dicho «fábricas»,
sino actividades económicas, con un millón de implicados y la mayor tasa de
concentración en Italia de sucursales bancarias. Se trata de una plataforma
donde se produce para competir, y que, al mismo tiempo, presenta todos los
problemas del desempleo y de la pobreza.
Desde mi punto de
vista se trata de una única plataforma y vosotros, en cambio, como sindicato
seguís aún divididos por provincias: Brescia, Bérgamo, Como, Lecco… Los grandes
procesos (los de la hipermovilidad, los del capitalismo de las redes) y las
decisiones son, todos y todas ellas, decisiones de plataforma. Por tanto, en
primer lugar es importante asumir esta dimensión territorial.
Es más: hacer
política hoy quiere decir colocarse en medio de los flujos y los lugares. Desde
mi punto de vista, ha sido bueno que Tsipras se colocara en medio de los flujos
y los lugares, es decir entre Grecia y Bruselas. Si se hace política hoy, es
necesario ponerse en medio de las contradicciones. Es necesario decidir si se
está de la parte de los flujos, o de la del territorio. Y, más allá de ese
espacio de posición que se asume, es preciso razonar también sobre la forma de
reconstruir el tejido intermedio. En este sentido, el problema no es la unidad
sindical, sino rediseñar un espacio de posición adecuado desde el que poder
hacer un trabajo de representación, y decidir con quién y para quién se realiza
ese trabajo.
En consecuencia,
por ejemplo, yo espero que el sindicato tenga una posición respecto del
discurso de la crisis de la representación de los espacios intermedios, y que
plantee como cuestión política el tema de la representación de los sujetos.
Este es un problema inalienable que remite a la democracia; estos son temas
íntimamente relacionados con la democracia y con la política.
(1) En Villa d’Almè
tiene su sede la antes citada empresa Brembo, de unos 250 trabajadores. Es
aleccionador, por más que lo que se refiere sea “otra” historia, leer lo que ha
ocurrido en los valles bergamascos el pasado mes de marzo, cuando se hizo
presente el coronavirus. Ver http://www.ctxt.es/es/20200401/Politica/31884/Alba-Sidera-Italia-coronavirus-lombardia-patronal-economia-muertes.htm
(Concluirá
mañana)