viernes, 29 de mayo de 2020

ROMPER LA ESPIRAL



Una imagen ideal de lo que no deseamos para este país (‘Sandokan al rescate’, carátula de la banda sonora de la película)



Para quienes estamos decididamente a favor (excusen que no diga “a muerte”, es una expresión por la que siento cierta repugnancia) del programa de reformas de este gobierno progresista, el modelo a seguir por parte de nuestros dirigentes debería ser el que marcan, además del presidente Sánchez, ministros como Salvador Illa y Yolanda Díaz, o portavoces como Fernando Simón. Mantienen la serenidad frente a las provocaciones de la oposición y de unos medios cada vez menos ecuánimes (1), dan datos y opiniones argumentadas, y se manifiestan con respeto a todos, independientemente de que esos todos merezcan o no el respeto que se les dedica.

Caso diferente es el de nuestro vicepresidente segundo, que está recayendo de nuevo en su vieja tendencia a personificar a Sandokan, el Tigre de la Malasia. Quizás su actitud belicosa responda a una sugerencia de sus asesores de imagen, pero sospecho que los asesores de imagen siguen al pie de la letra la norma evangélica de errar, no siete veces al día, sino hasta setenta veces siete. A Pablo Iglesias le convendría evitar el fango de las polémicas y dar un perfil más bajo, con un discurso más centrado en los problemas reales, que no faltan. Lo agradeceríamos todos y en particular los electores, creo, porque el barullo y el intercambio de proyectiles de grueso calibre estorban la práctica política y favorecen la antipolítica.

El esfuerzo principal de las fuerzas de progreso que sostenemos a este gobierno no debe ponerse en ningún caso en una política de ojo por ojo, ni en denunciar en el juzgado de guardia a todo el que se propase, sino en romper la espiral rampante que se ha generado de degradación de las instituciones en las que se fundamenta el Estado de Derecho: el Parlamento y las comisiones parlamentarias, los gobiernos autonómicos, la judicatura, la guardia civil…, y ahora también la libertad de prensa.


(1) Lean sobre esta cuestión el oportuno alegato de un periodista de raza como Luis Mari González, en “Nueva Tribuna”: https://www.nuevatribuna.es/opinion/luis-maria-gonzalez/periodistas-alma-medio-selva/20200528133529175424.html