martes, 19 de mayo de 2020

EL CORAZÓN PARTIDO DE SANDRO ROSELL


Mare de Déu de Montserrat, patrona de Catalunya


Per ço que hage bon fondament
nostre sermó,
digats ab gran devoció:
Ave Maria.
Consell-vos que de tot lo dia
no en digats pus.

(Bernat Metge, Sermó)



Sandro Rosell, florón de la burguesía moderna catalana, ex president del Barça y ex presidiario, ha hecho una declaración "ostentórea": él votaría la independencia de Catalunya, pero si ganaran los suyos, se iría a otro lado.

Puede parecer una incoherencia, y no: es un estilo de vida. Puede parecer una anécdota, y no: es una categoría. La burguesía catalana nunca ha tenido el corazón en el mismo lado de la cartera: desde siempre ha guardado ambas cosas convenientemente archivadas en dossiers diferenciados y separados por compartimientos absolutamente estancos.

El sentiment por un lado, la pela por otro. No mezclar jamás las dos cosas. El patriarca de la tribu dio el ejemplo: de un lado el pati dels tarongers, del otro las cuentas opacas en Andorra.

La constatación lleva a una consecuencia poco agradable: esa independencia tan anhelada, ese impulso ascensional de un sentimiento sin barreras, no tiene ninguna finalidad práctica: consiste, en metáfora, en colocar la patria en una vitrina o entronizarla en un altar donde sea muy visible pero no se mezcle para nada en las cuestiones de orden utilitario, y menos que en ninguna otra, en las cuestiones relacionadas con el negoci, con las finanzas. Para las finanzas no hay patria que valga: cada cual en su casa, y la Moreneta en la de todos, eso sí, entronizada en un lugar destacado del salón.

Una Patria solo aparente, estratégicamente colocada donde las visitas puedan captarla al primer golpe de vista; pero sobre la que sería de muy mal gusto discutir.